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Laboratorio del CONICET Mendoza fue reconocido en la XIX Reunión de la Academia Iberoamericana de Patología y Medicina Bucal
Fue por un proyecto que busca identificar cambios moleculares de genes y proteínas capaces de predecir la progresión de lesiones en cáncer oral.
La XIX Reunión de la Academia Iberoamericana de Patología y Medicina Bucal (AIPMB) es un encuentro que se organiza todos los años en distintas sedes del mundo. En esta edición, realizada en Argentina, investigadores, becarios y CPA pertenecientes al Laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer del Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU,CONICET-UNCUYO) y al Centro de Investigaciones Odontológicas de la Facultad de Odontología, de la Universidad Nacional de Cuyo, fueron reconocidos con el galardón “Trabajo Destacado en Investigación Científica e Innovación” por un proyecto que busca identificar cambios moleculares de genes y proteínas capaces de predecir la progresión de lesiones orales, contribuyendo así a mejorar el diagnóstico y manejo de los pacientes con cáncer oral.
Flavia Bruna, profesional principal del CONICET en el Laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer, lidera esta investigación que se centra en estudiar la biología de los tumores, en particular el cáncer oral, con el objetivo de interpretar cómo se manifiesta la enfermedad e identificar potenciales blanco moleculares que permitan anticipar el diagnóstico, mejorar la calidad de vida y aumentar la expectativa de vida en los pacientes. Este enfoque es especialmente relevante dado que en alrededor del 85% de los casos que se encuentran en estadios avanzados la esperanza de vida no supera los cinco años.
El proyecto por el cual se otorgó este reconocimiento abarca diversos aspectos. Uno de los puntos principales es la identificación de moléculas (genes o proteínas) que cambian de manera predictiva con el fin de acompañar de forma más asertiva el diagnóstico actual basado en una biopsia.
“Nosotros solemos decir que ´fenotipo vemos, genotipo no sabemos´ y si bien una lesión puede ser informada como una displasia tardía o un carcinoma temprano, molecularmente puede haber células que se comporten de manera más agresiva. Necesitamos enfocarnos en esas células y detectarlas de forma temprana. Por lo tanto, el foco del proyecto es medir un grupo de genes y analizar su variación a lo largo de la progresión de la lesión, para evaluar si podrían servir para “estadificar” estos casos y acompañar el diagnóstico y el manejo del paciente de forma más rápida”, explica la especialista.
“La idea es que, mientras se espera el resultado de la biopsia, en un plazo de 48 horas, se pueda obtener información molecular mediante un método bueno, bonito y barato, como es el PCR real-time. Esta es una metodología que, tras la pandemia, fue adoptada por la mayoría de los centros asistenciales del país y que permite determinar si molecularmente la lesión se comporta como un carcinoma y, mientras se prepara el manejo del paciente, diseñar una estrategia terapéutica más adecuada”, agrega.
En su estudio, los especialistas, además, pudieron evaluar qué pasaba en función del estatus hormonal de los pacientes, y la edad, ya que el cáncer oral era más frecuente en hombres que en mujeres, en una relación de dos a uno, y en personas mayores de sesenta años. “Lo que hemos observado en esta última década es que eso ha ido cambiando. Cada vez hay más casos en personas más jóvenes, y ya no existiría una diferencia entre hombre y mujer. En base a eso fue que quisimos ver el estatus hormonal, y pudimos estratificar a nuestros grupos de pacientes dentro de los carcinomas, entre aquellos que tenían receptores de estrógeno alfa o beta aumentados o disminuidos, versus el de progesterona, independiente de si fueran hombres o mujeres. Y esto se correlaciona con lo que se ha visto en otro tipo de cánceres, como el cáncer de colon. El cáncer de colon es mucho más agresivo cuando el receptor de estrógeno beta está aumentado. Y nosotros vimos lo mismo en cáncer oral. Entonces eso también abre un nuevo paradigma y una nueva oportunidad, que es de abordar esta patología desde otro ángulo. Sobre todo porque existen casos de pacientes que están transitando su tratamiento hormonal para el cambio de género”, explica Bruna.
A su vez explica cómo durante el desarrollo del proyecto, observaron casos de pacientes que, al quedar embarazadas, manifestaban lesiones en la mucosa oral que luego remitían de manera espontánea. Este fenómeno, señala, se da en contextos de fuertes cambios hormonales y aporta un hallazgo novedoso dentro de la investigación, ya que hasta ahora no se había evaluado esta correlación. Los resultados mostraron que las variaciones hormonales se relacionaban con los genes y las proteínas que el equipo venía midiendo: “A medida que la lesión se volvía más agresiva, la expresión de ciertos genes disminuía”, detalla. El objetivo, añade, es desarrollar un panel de genes que permita estratificar mejor a los pacientes, tal como se hace en el cáncer de mama. En estos casos existen paneles genéticos y proteicos, evaluados por inmunohistoquímica, que ayudan a definir pronóstico y tratamiento.
Con respecto al reconocimiento, dijo: “Este premio fue una mención de honor, súper importante como grupo, luego de nueve años de trabajo intenso estudiando estos pacientes y la biología de estos tumores. Poder mostrar nuestro trabajo y someterlo a evaluación por los referentes en patologías bucales, fue una gran satisfacción, también, poder compartirlo con referentes que forman parte de la Organización Mundial de la Salud, dentro de esta área. Lo más interesante fue poder mostrar nuestro trabajo desde el cono sur, aún con el recorte presupuestario que hemos tenido, con todo lo que cuesta poder publicar en revistas científicas de alto impacto”, comenta, y agrega: “Este premio sirve para marcarnos el camino de dónde estamos parados y hacia dónde deberíamos continuar. Sumado a la posibilidad de poder devolverle a la sociedad un granito de arena o el aporte basado en la formación. Yo tuve la suerte de estudiar en la universidad pública. Nosotros en ciencia estamos para atender a la problemática de la sociedad y ver cómo podemos acompañar y mejorar y aportar soluciones. Si pudiéramos acompañar de manera temprana a que eso se pueda resolver de una mejor manera, esa es la parte nuestra, entender la biología de lo que está pasando y ver cómo eso puede tener un uso benéfico en la sociedad”, concluye Bruna.