CIENCIAS AGRARIAS, DE LA INGENIERIA Y DE MATERIALES
Hora Oficial, hora solar y vida cotidiana: una revisión científica del huso horario de Argentina
En la actualidad, la Argentina se rige por un huso horario (UTC -3) que no se corresponde con su ubicación geográfica natural. Esta desincronización entre la Hora Oficial y la hora solar genera múltiples consecuencias sobre la vida cotidiana de la población, entre ellas el inicio de las actividades en horarios nocturnos, un menor aprovechamiento de la luz natural y un aumento en el consumo de energía eléctrica. Además, impacta negativamente en la salud y el bienestar de las personas, al alterar el funcionamiento de los ritmos circadianos.


Andrea Pattini, investigadora del CONICET en el Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE-CONICET), explica las implicancias de este desfasaje horario y la importancia de reconsiderar el huso horario oficial a partir de criterios geográficos, biológicos y energéticos.
¿Qué es un huso horario y cómo se establece?
Los husos horarios son las veinticuatro zonas horarias en las que se divide la Tierra, y representan el tiempo que le toma al planeta girar sobre su propio eje. Determinan la hora de una zona geográfica a partir del meridiano de Greenwich, desde donde se deben sumar o restar horas, según corresponda.
¿Qué es la “hora solar” y en qué se diferencia de la “Hora Oficial”?
La hora solar es una medida del tiempo fundamentada en el movimiento aparente del Sol sobre el horizonte. Toma como referencia el instante en el que el Sol pasa por el meridiano, su punto más alto en el cielo, denominado mediodía (12 h solar).
La Hora Oficial, en cambio, es una convención que permite que una franja de la Tierra comparta el mismo horario en función de su meridiano. La definición del huso horario oficial más adecuada sería aquella que se ajuste lo más posible al paso del Sol por el meridiano, es decir, al mediodía solar.
¿Está Argentina en el huso horario que le corresponde según la hora solar?
Argentina adhirió en 1920 al huso horario UTC -4; esto quiere decir, cuatro husos horarios al oeste del meridiano de Greenwich. Este huso -4 es el que efectivamente atraviesa la mayor parte del territorio nacional, quedando una franja occidental sobre el huso -5.
En 1930 se decidió comenzar a alternar el huso -4 con un horario de verano en el huso -3, con el objetivo de aprovechar la luz natural durante los amaneceres más tempranos del verano. Esta alternancia se abandonó en 1970, quedando por error el horario en -3.
En total, Argentina ha tenido unos 57 cambios de huso horario en períodos irregulares, considerando las alternancias entre horario de invierno y de verano. Actualmente, no se realiza cambio de hora en verano.
En definitiva, luego de haber comenzado con el huso horario geográficamente adecuado (UTC -4 desde 1920), hoy el país se rige por la Ley 26.350 (sancionada en 2007), que establece que la Hora Oficial Argentina es UTC -3. Esto es importante destacarlo, ya que ninguna parte del territorio nacional se encuentra geográficamente ubicada en este meridiano.
Por ejemplo, en términos de salida del Sol, las ciudades del oeste del país presentan un desfasaje horario de alrededor de dos horas, lo que hace que las actividades diarias comiencen aún de noche.
¿Qué consecuencias tiene sobre sus habitantes que el país no esté en el huso horario que le corresponde?
No iniciar las actividades diurnas con luz natural —como le sucede actualmente a gran parte de la población argentina— provoca jetlag social, también conocido como descompensación horaria o trastorno por desfase horario (disrupción circadiana). En términos prácticos, el principal estímulo sincronizador es la luz de la mañana, que tiene efectos positivos sobre los niveles de alerta y el estado de ánimo.
Por otra parte, como la mayoría de las actividades diurnas requieren el funcionamiento de nuestra visión, es necesario encender la luz eléctrica para ver, lo cual conlleva un mayor consumo de electricidad.
¿Por qué Argentina debería cambiar su huso horario?
Dado que Argentina presenta niveles importantes de jetlag social, y con el objetivo de mejorar los parámetros de salud pública, rendimiento académico y productivo, reducir el ausentismo escolar y la siniestralidad vial, se recomienda que el país adopte el huso horario UTC -4, que acerca la hora solar a la Hora Oficial por la cual, por convención, se rigen las actividades diurnas.
En conclusión, definir qué huso horario debe regir nuestras actividades es tan complejo como el origen de las múltiples acciones que se realizan hoy en la vida humana. El Sol marca la duración de las horas de luz natural de forma rítmica y predecible. Si queremos hacer un uso sustentable de esta luz, debemos aprovecharla para iluminar.
En términos de consumo de energía eléctrica: apagar las luces en edificios públicos cuando no sean necesarias, refuncionalizar aquellos espacios que no aprovechan adecuadamente la luz natural, y comenzar a construir edificios concebidos desde su diseño para un aprovechamiento eficiente de la iluminación diurna. Esto debe ir acompañado de un análisis sistemático del comportamiento del usuario respecto al uso de luz artificial en nuestro país.