Investigadora del CONICET Mendoza participará en un proyecto interdisciplinario que busca impulsar la innovación vitivinícola

Luciana Silvestri, investigadora del CONICET en el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA, CONICET-UNCUYO-Gob. Mza), integrará un equipo técnico que llevará adelante un proyecto orientado a fortalecer una solución biotecnológica de innovación en vitivinicultura, desarrollada por el Vivero Mercier, que tiene como objetivo mejorar la productividad, sanidad, calidad enológica y sostenibilidad del cultivo de uva Malbec.

Su participación estará enfocada en el abordaje jurídico de la innovación, con el objetivo de adecuar las actividades del vivero al marco legal establecido por el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Protocolo de Nagoya, y de desarrollar estrategias de protección a través de herramientas de propiedad intelectual. El equipo interdisciplinario se completa con profesionales de la Facultad de Artes y Diseño y de la Facultad de Ciencias Económicas. “Para las empresas de base biotecnológica, resulta esencial que sus actividades de investigación y desarrollo se ajusten al marco legal vigente en materia de acceso a recursos genéticos y distribución de beneficios. Solo así pueden evitarse acusaciones de biopiratería y, al mismo tiempo, garantizar la legitimidad, el valor y el prestigio de las innovaciones biotecnológicas en el escenario internacional”, comenta Silvestri.

El proyecto es uno de los cinco seleccionados en el programa Radar UNCUYO, una iniciativa del Área de Vinculación y Transferencia Científico Tecnológica, junto con la FUNC y la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la Universidad Nacional de Cuyo. La convocatoria estaba destinada a promover la vinculación con empresas mendocinas mediante la identificación de desafíos y necesidades del sector socio productivo.

La propuesta contempla, además, el desarrollo de una identidad de marca, estrategias de comercialización, diseño web y elaboración normativa. La iniciativa busca fortalecer la competitividad del vivero, filial argentina del Grupo Mercier, cuya casa matriz se encuentra en Francia y cuenta con más de 130 años de trayectoria en innovación aplicada a la vid.

“La vinculación entre el sistema científico público y el sector productivo privado resulta esencial y es mucho más que una estrategia de desarrollo: es la clave para que el conocimiento deje de ser teórico y se convierta en motor de transformación. Cuando la ciencia y la producción dialogan, el saber se traduce en soluciones, tecnologías y oportunidades que mejoran la vida de las personas y fortalecen la soberanía tecnológica del país. Sin esa articulación, el conocimiento corre el riesgo de quedarse en el papel; en cambio, con ella, el conocimiento se vuelve práctico y transformador”, cierra la científica.